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sábado, septiembre 20, 2014

África en el ciclismo mundial

Foto de Flowizm
África, en general, aparece poco por la gran pantalla de los deportes de élite. Sólo el fútbol o el atletismo se han acostumbrado a encontrar grandes individualidades africanas. Pero en cuanto a las competiciones de equipo, como las selecciones, las participaciones africanas son observadas más como una cosa exótica que como una candidatura a hacerse con la victoria final. Es más, aún existen especialidades que parecen vetadas para deportistas  negros o africanos. Si uno hace memoria, quizás pueda recordar un par de tenistas negros, pero ninguno africano. Otro tanto pasaba con el ciclismo, hasta ahora. Poco a poco el ciclismo de élite se está abriendo, hasta el punto de que, guste reconocerlo o no, África ya cuenta con un ganador de la general del Tour de Francia.

Christopher Froome, ese insolente chaval de pedalear heterodoxo, se hizo con la victoria de la ronda francesa en 2013. Por entonces se hablaba de dominio británico en Francia, ya que tanto el ganador del 2012, Bradley Wiggins, como su equipo, el SKY, venían de más allá del canal de La Mancha. A esta lista se pretendía sumar a Froome, y la oficialidad le sumó. Sin embargo Christopher nació en Kenia, con cuya selección llegó a correr algún campeonato del mundo, y creció en Sudáfrica. Sin duda animado por las mayores opciones de relevancia en un Mundial, y por ser la nacionalidad de sus padres, Froome decidió renunciar al equipo keniata para correr con el británico. Pero eso no quita para que Froome fuera el primer ciclista africano en ganar el Tour de Francia. Eso sí, Froome no fue el primer ciclista africano en vestir el maillot amarillo de líder. Curiosamente ese honor recae en Daryl Impey, ciclista sudafricano que se lo enfundó sólo dos días antes que Froome, también en la edición de 2013.