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domingo, febrero 08, 2015

La política exterior de China: okupar y resistir


Foto de Patrick Rodwell
¿Qué rol juega en el sistema internacional un país como China? Esta parece ser la cuestión sobre la que giran los grandes debates en Relaciones Internacionales. Hasta qué punto China será capaz cambiar el sistema actual y convertirse en la potencia hegemónica mundial. Los estudios se suceden, y se multiplican, anunciando que para tal o cual año China superará a Europa o a Estados Unidos en tal o cual competición. Su ascenso a dominador mundial parece inexorable. Pero pocos parecen hacerse una pregunta clave: ¿hasta qué punto quiere China ser esa potencia dominante que todos dicen que será?

Han pasado ya muchos años desde que Mao falleciera, pero el tono general de la política exterior china sigue siendo el mismo. China combina un poder blando (soft power) y una tremenda apuesta multilateralista. Parece querer evitar que se la identifique como la potencia dominante, incluso a costa de renunciar a algunos de sus intereses –firmó acuerdos con vecinos suyos desistiendo a aspiraciones territoriales que había mantenido durante décadas. Si Gran Bretaña empeñó su política del siglo XIX en evitar alianzas lo suficientemente fuertes que jugaran en su contra, la lógica de China ha sido siempre la de mantener un juego en el que nadie haga alianzas contra ella.